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miércoles, 19 de agosto de 2015

EX LIBRIS, HERÁLDICA Y SEDUCCIÓN DE LOS LIBROS



Recibimos del afanoso bibliotecario y bibliofilo Carlos Córdoba dos libros que develan un interés que en los últimos años está resurgiendo, tanto en autores como en coleccionistas: “Ex-libris –
La heráldica de los libros” que reproduce la colección de ex libris de la Biblioteca Nacional y “Ex libris – Su misteriosa seducción” (Sammartino ediciones), una aproximación al mundo de los bibliófilos y coleccionistas de Bernardo Lozier Almazán, historiador, genealogista y coleccionista de ex libris. 
La locución latina ex libris significa “de los libros de...” o “ “libro perteneciente a...”. Es el testimonio de propiedad de un libro o de una publicación. Así lo define la Real Academia española: “cédula que se pega en el reverso de la tapa de los libros, en la cual consta el nombre del dueño o el de la biblioteca a que pertenece el libro”.
Y así lo explica Bernardo Lozier Almazán en la contratapa de su
libro: “Los ex libris, casi tan remotos como los libros impresos, son pequeñas obras de arte estampadas en etiquetas en las que figura el nombre del dueño del libro que se adhieren, en el reverso de las tapas, como testimonio cautelar de su propiedad. Por tal motivo, un ex libris es ‘el vínculo más íntimo y más artístico que une el libro con su propietario’. 
Además de su función como marca de pertenencia los ex libris expresan, a través de la creatividad de sus dibujantes y artistas, una armoniosa síntesis de las características más destacadas de sus dueños - sus gustos, sus pasiones y hasta sus ideologías - razón por la cual coleccionarlos resulta una afición cautivante.

[1]
Con el correr: de los años, el uso de los ex libris se difundió en el mundo; llegó a nuestro país en los comienzos del siglo XX de la mano de destacadísimos dibujantes y grabadores que impulsaron el exlibrismo, y alcanzó su mayor auge entre 1930 y 1960. Por aquellos años, en Europa ya existía una profusa bibliografía referida al ex libris y su coleccionismo. 
La intención de divulgar el patrimonio artístico de los ex libris de
[2]
diversas partes del mundo, y de lectores y coleccionistas argentinos en particular que han marcado sus volúmenes con estas pequeñas expresiones artísticas, fue lo que inspiró la edición de Ex libris. Su misteriosa seducción, libro que invita al lector a introducirse en este fascinante mundo y conocer a sus cultores.

El primero de estos títulos que ingresaron en la Biblioteca Goyena, posee las siguientes notas: "La lectura como blasón" por Horacio González; "La heráldica de los libros: colección de ex libris de la Biblioteca Nacional" por Guillermo David; "Los ex libris, su origen, sus características y su historia" por Roberto D. Müller; "La heráldica de los ex libris argentinos" por Bernardo Lozier Almazán: "El coleccionismo y los coleccionistas" e "Historia del ex libris argentino" por Daniel Salvatierra.
 Ex libris del historiador quilmeño José Abel Goldar [3]



Ex libris reversible. "El día y la noche" (1981). Dibujo de Estela Paglilla. Etiqueta de EL QUILMERO y su director, quien suscribe.









Chalo Agnelli
C. Administadora Bibl. P. Pedro Goyena
REFERENCIAS
[1] Autor Rose Reinhold, propiedad de Manuel A. Ortiz.
[2] Autor Adolfo Bellocq, propeidad de A. C. Mayón
[3] Ver EL QUILMERO del sábado, 3 de diciembre de 2011, LOS GOLDAR http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/12/los-goldar.html/

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