Gracias al generoso desprendimiento del amigo Ítalo Nonna, esplendidez que mucho tiene que ver con la actitud
docente - palabra cuya etimología se origina en “dar”, “donar” – los Quilmeros
podemos llegar a conocer personalidades, hechos científicos y artísticos que
develan nuestras tradiciones y nuestra sustanciosa cultura. Si el señor Nonna
se hubiera guardado para sí ese incalculable tesoro - acovachándolo en la
oscuridad de cajones o anaqueles - que es la colección de rotograbados donados
a la Biblioteca P. P. Goyena no hubiéramos podido llegar, como en este caso, a
las investigaciones sobre los pueblos originarios de América y de nuestra
Argentina realizadas por el Dr. Eduardo
Mario Cigliano (de quien próximamente publicaremos su biografía en este
blog)
Haciendo referencia, recientemente, a la periodista historiadora Ana María
de Mena, [1]
reprodujimos unas palabras del profesor Lombán acerca del accionar difusor de
las investigaciones del Dr. Fernando Pozzo; dice Lombán que no sirva guardarse
para sí investigaciones o documentos, lo realmente provechoso es: “…dar a conocer. No atesorar para uno, sino
brindar a los otros. Todo verdadero descubrimiento implica difusión
y, por sobre todas las cosas, una actitud de generosidad de desprendimiento,
de querer compartir el hallazgo con los demás”.
El siguiente
documento gráfico tomado de la sección ilustrada de La Prensa (rotograbado) del domingo 26 de febrero de 1967, es un aporte a nuestra historiografía, que
los lectores pueden hallar en la Biblioteca Popular Pedro Goyena, ubicada en calle
San Luis 948 e/Larrea y Azcuénaga (tel.: 4224-8013) Chalo Agnelli
"PALO BLANCO:
UN SITIO CON CERÁMICA TEMPRANA"
Especial para “La Prensa”
Quilmes, Buenos Aires.
1967.
Es evidente
que a medida que se estudian los nuevos y diferentes rasgos de la actividad
humana prehistórica en el continente americano se va comprendiendo la
complejidad de los mismos y la necesidad de realizar síntesis para poder
ubicar en el tiempo y en el espacio la gran cantidad de datos que nos brindan
las excavaciones y la aplicación de las nuevas técnicas de investigación.
Uno
de los problemas más importantes con que se enfrenta el investigador en
América es el que trata de los orígenes, desarrollo y difusión de la cerámica.
Los vestigios culturales correspondientes
a una etapa temprana para tradiciones alfareras en la América del Sur son de
por sí bastante significativas. Lo interesante es que los fechados radiocarbónicos para la cerámica más antigua no corresponden al
área del Perú y Mesoamérica, pero sí existen fechas antiguas para yacimientos
de Panamá, Colombia, Venezuela y Ecuador, que corresponden al área intermedia.
En todos estos casos la cerámica fue
hallada asociada con abundante cantidad de valvas de moluscos, desperdicios de
sus alimentos y, en pequeña cantidad, huesos y piedras. La ubicación de estos yacimientos en zonas costeras nos habla de una
economía de recolectores y pescadores; también es probable que hayan comenzado
con la domesticación de ciertos vegetales. El conocimiento de la pesca se manifiesta por el hallazgo de anzuelos
de concha y de guijarros- convertidos en pesos para redes. En
otros sitios la presencia de huesos de animales de caza y de puntas líticas
son indicios de hábitos cazadores.
Fragmentos de cerámica alisada hallada en la conchilla cuya antigüedad, según el método del carbono 14, es de 2400 años de a.d.C.
El
contenido de cerámica en estos yacimientos arqueológicos costeros, correspondientes
a una etapa temprana, es lo que da un carácter particular a estos sitios, ya
que la variedad técnica decorativa y la multiplicidad de formas de las piezas
no están de acuerdo con la antigüedad de la cerámica para la América del Sur. De todas maneras existen dentro do esta
alfarería una serie de valores que demuestran su primitividad; por ejemplo,
integrantes, de la pasta, grosor de las paredes y la asimetría de las formas.
Puerto
Hormiga en Colombia (3000- 2500 años antes de Cristo), Monagrillo en Panamá
(2100 años antes de Cristo), Rancho Peludo en Venezuela (2500 años antes de Cristo);
Valdivia en Ecuador (3000-2000 años antes de Cristo) constituyen una serie de
singulares complejos arqueológicos fechados radiocarbónicamente,
cuyos niveles inferiores contienen cerámica con técnicas de decoración y
formas limitadas.
A
pesar de existir entre los complejos arqueológicos mencionados una similitud
en la simplicidad de las formas de las piezas, en las escasas técnicas de
decoración y en la gran antigüedad de los restos resultan todavía, a nuestro
modo de ver, muy escasos los elementos como para poder efectuar comparaciones
entre estos complejos tan cercanos, a pesar de que presentan en algunos aspectos
un cierto “aire de familia”.
PALO BLANCO
El problema del hallazgo de una cerámica
inicial no es un problema que pueda considerárselo como aislado. ¿Fue en
realidad un procesó de lento, desarrollo tecnológico local? ¿O fue producto
de una difusión a través de grupos que partieron de un foco de origen? En el área del nordeste de la provincia de
Buenos Aires hemos diferenciado dos períodos que se encuentran perfectamente
definidos: uno de ellos donde la cerámica está ausente y otro con cerámica.
Por lo tanto podría pensarse que o bien falta una etapa donde la cerámica se
desarrolló en esta área, o bien que la entrada de la cerámica se ha producido
en forma brusca y por lo tanto se halla superpuesto al período sin cerámica
denominado precerámico.
El sitio por
nosotros determinado se encuentra ubicado en la finca La Florida, a mil metros
de la costa actual del río, en el lugar denominado Palo Blanco (partido de
Berisso, provincia de Buenos Aires). Esta zona presenta características muy
particulares, ya que en ella se distinguen cordones de conchilla que ocupan
una franja costera y que corresponden a depósitos, correspondientes a períodos
postpampeanos, producto de una ingresión [2] marina.
Estos depósitos marinos son producto de la acumulación de valvas de moluscos,
de un proceso final del mar en retroceso; son depósitos de playa, más o menos
paralelos a la ribera actual.
Fragmentos de alfarería que se encuentran en la capa de humus correspondientes a la fase media de la provincia de Buenos Aires.
Estos cordones conchiles naturales, que
se encuentran cubiertos por una densa y compacta capa de humus, forman suaves
elevaciones sobre las que se construyen las viviendas actuales o donde se
realizan explotaciones para obtener material para la elaboración derivada de
las conchillas. Los estudios se realizan sobre uno de esos-depósitos de playa
que se encuentran en la zona de Palo
Blanco, que ha dejado el mar al retirarse y que están formados por
diferentes capas de valvas de moluscos que pueden alcanzar un espesor de hasta dos metros. Por sus
características generales se ha conservado intacto a lo largo del tiempo,
quedando cubierto por la capa de humus y la vegetación típica de la zona.
Estos
depósitos naturales de conchas contenían en su interior gran cantidad de
fragmente de cerámica, que evidentemente se depositaron junto con las valvas
de moluscos. Los fragmentos presentan la particularidad de ser de regular
tamaño, sin ningún tipo de decoración y con un alisamiento en los bordes, de
fractura como consecuencia de haber rodado, cuando estaban incluidos en el mar,
previo a la depositación y formación del cordón conchil.
Del
estudio de los fragmentos de alfarería surge una serie de caracteres que le
imprimen uniformidad y que inclusive pueden incluírselos dentro de un solo
tipo. Las paredes de la cerámica son en general alisadas, sin ningún tipo de
decoración; cosa contraria a lo que sucede con la cerámica de Valdivia, Puerto
Hormiga, Monagrillo, donde hay una decoración y una cierta variedad en las
formas de las piezas.
Las
posibilidades de poder determinar un sitio de asentamiento de la cultura
correspondiente a la cerámica alisada fueron negativas, ya que es muy probable
que la causa de la desaparición de los sitios de habitabilidad haya estado
dada por continuas crecientes y la utilización de materiales perecederos.
La única evidencia fue por lo tanto la
gran cantidad de fragmentos de cerámica alisada dentro de todo el cordón
conchil en esa zona de Berisso.
Durante
los trabajos realizados en Palo Blanco,
además de la cerámica asociada a la conchilla se hallaron materiales dentro de
la capa de humus que cubría el cordón conchil. Los fragmentos de alfarería que
se encontraron en la capa de humus tienen una decoración de guardas incisas,
formadas por combinaciones de líneas quebradas ordenadas en serie horizontales
y quebradas dando origen a registros escalonados y figuras geométricas y
algunos con pintura monocroma. Los bordes de fractura de esos fragmentosde cerámica son frescos y no
presentan, por lo tanto, el alisamiento que es característico de la cerámica
alisada y sin decoración que aparecen en las diversas capas de conchilla del
cordón. Por lo tanto los fragmentos con decoración grabada, incisa y pintada
serían correspondientes a un período posterior al de la cerámica alisada y sin
decoración, que fue contemporánea de la formación del cordón conchil.
Perfil del cordón conchil. Los señaladores indican las zonas donde se halla mayor concentración de cerámica alisada.
Se
realizaron fechados radiocarbónicos utilizándose
como muestras valvas de moluscos que procedían de los niveles profundos del
cordón en cuyas capas se hallaba asociada la cerámica alisada sin decoración.
Las investigaciones fueron realizadas por el laboratorio de Carbono 14 del
Instituto Venezolano dé Investigaciones Científicas, dando los fechados
absolutos 4.760, 3.990 y 4.250 años de antigüedad. Las muestras guardan cierta relación y en general podemos admitir
una uniformidad, que puede contar con un mayor apoyo si se tiene en cuenta
que la alfarería alisada sin decoración fue hallada en una formación geológica
natural como es este último cordón conchil, que se encuentra en esta zona de
la provincia de Buenos Aires y que en toda la bibliografía geológica es considerado
como correspondiente a la formación postpampeana denominada querandinense.
Palo Blanco representa uno de esos sitios de la
arqueología en que por la complejidad del problema representará para los
investigadores el mismo suspenso que fueron tan comunes en otros yacimientos
americanos, ya que por los limitados datos que nos puede otorgar el sitio,
solamente manteniendo las exploraciones e investigaciones se podrá avanzar en
un problema tan complejo como es el del origen y desarrollo inicial de la
cerámica americana.
Dr. Eduardo Mario Cigliano
Colaboración Ítalo Nonna
Bibliógrafos Cristina
Secco y Chalo Agnelli
Gracias por compartir.
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