La Biblioteca Goyena adhiere a
los múltiples recordatorios que se vienen y van desarrollando en memoria de Julio Florencio Cortázar que nació el 26 de agosto de 1914, hace 100 años, en
Bruselas, Bélgica, donde su padre estaba a cargo de la oficina comercial de la
Embajada Argentina.
Volvió
de Brusela a los cuatro años, se crió junto a su madre y su hermana con un
padre ausente, y vivió en Argentina más de tres décadas dando clases de literatura
en pueblos del interior, cultivo un incipiente vínculo con la revista “Sur”, en la que publicó algunos ensayos
Un
buen día resolvió buscar el crecimiento literario en otros rincones del mundo y
París cargaba con una profusa tradición al respecto. Tenía 37 años.
Julio Cortázar que murió
en el invierno parisino del 12 de febrero de 1984, tenía 69 años, aquí, como
es obvio, era verano.
CORTAZAR UN CLÁSICO
En
los 30 años de su partida, al decir de Jorge
Aulicino, [1] Cortázar
se fue descubriendo, reformulando, definiendo desde distintas orientaciones que
fueron surgiendo en la literatura enclenque que estas últimas décadas van
desgranándose; pues el “Boom de los `60”
y ciertos remanentes que prosiguieron en los `70, se desdibujaron fatalmente.
Sin
embargo en la obra de Cortázas se han renovado lectores, impermeables a cualquier
revisión crítica a que se lo sometió años atrás. Cortázar es ya, en el siglo XXI,
indudablemente, un Clásico que se va actualizando constantemente a su época.
Cortázar se propuso a
través de cuentos, novelas y poesía, dar un paso más en el camino de deslindar
un idioma argentino para la literatura. Su intención explícita fue “encontrar un lenguaje literario que llegue por fin a tener la misma espontaneidad,
el mismo derecho que nuestro hermoso, inteligente, rico y hasta deslumbrante
estilo oral”. De este modo “desembocaremos
algún día en esa admirable libertad que tienen los escritores franceses o
ingleses de escribir como quien respira y sin caer por eso en una parodia del
lenguaje de la calle o de la casa.” También se había propuesto modificar
los procedimientos narrativos: manipulación
de cortes, fragmentación, superposición de tiempos. Su tablero de comando para leer
Rayuela (1963) requiere “lectores
cómplices”, lectores que entendieran el código; la novela se puede leer
relegando papeles prescindibles, pero si se elige ese camino el derrotero
general es otro. El artificio está a la vista. Sin duda Cortazar vino a romper
ese cliché en el que abundaban las editoriales argentinas que publicaban best
sellers para la clase media, vidas y obras de una clase de enriquecidos que se
llamaban “aristocracia” y no era más que una burguesía émula de lo que nunca
fue; con una corte de autores que coqueteaban en su torno para rasguñar un poco
de fama. [2]
Señaló
que su camino era inverso al de los simbolistas franceses, sobre los que dio
clases durante su paso por la Universidad de Cuyo (1944-45); “La realidad, como la imaginaba Mallarmé, debía culminar en un libro; en París
nació un hombre para quien los libros debían culminar en la realidad” escribió
el cubano Roberto Fernández Retamar.
Hasta
el momento de “El perseguidor”,
incluido en “Las armas secretas” sobre el saxofonista Charlie Parker, dice Cortázar:
“Me sentía satisfecho con invenciones de
tipo fantástico. En ese cuento dejé de sentirme seguro. Abordé una problema de
tipo existencial, de tipo humano…” Y esta preocupación continuó en sus
libros posteriores, entre los que incluye Los premios y Rayuela.
RAYUELA
Rayuela
desató un fenómeno sociocultural de identificación en los
sesenta […] La
popularización de Oliveira y sus preocupaciones e ideas era la popularización
en las capas medias de la sociedad de un estado de cosas en la cultura
contemporánea transmitida a través de personajes argentinos reconocibles porque
hablaban como intelectuales y estudiantes reunidos en un café de la avenida
Corrientes.
El
existencialismo sartreano impuso modas: suéteres negros de cuello alto, cuevas
de jazz. El movimiento beat creó fascinación: Burroughs y Ginsberg se leían
por algo más que el placer estético. Desde Baudelaire y hasta comienzos de
siglo, los poetas alimentaron una moda, un
tipo social: el dandy. ¿Qué agrega o qué quita que durante unos años, cortos por
lo demás, algunos hayan vivido sus fantasías de ser Oliveira y la Maga, personajes
que algo recogían de su tiempo, aunque las llevaran hasta la trivialidad? […]
Fue
el gran renovador que no se renovó a sí mismo. A los setenta, no estaba
escribiendo la segunda parte de su Fausto, como Goethe a los ochenta; no estaba
escribiendo su genial obra póstuma ¿Esto le quita algo a lo bailado? […]
En
los primeros cuentos de Cortázar se quiso ver una “metáfora” del peronismo
desde el antiperonismo. Había más detrás de esos cuentos; algo más que alegoría - estafes la palabra correcta y no
metáfora - una cultura de la capas medias pacatas, de perversidades ocultas,
chismorreos tras las persianas, de instituciones pecaminosas y sombrías como el
zaguán - “Usted no conoce el infierno si
no ha estado en una callecita de Liniers a las tres de la tarde de un día de
febrero”-. De este averno nacen textos fantásticos, qué más, pero no
necesariamente alejados de lo humano, como dijo para auto flagelarse (“yo
había mirado muy poco al género humano hasta que escribí “El perseguidor”)
Para la discusión habría que considerar si el sentido político de su
expatriación fue la huida el peronismo de esa asfixia. Y si la resolución del asunto
– más allá del romanticismo auténtico de su militancia – no fue positiva para este
hombre de casi dos metros de altura, identificado hasta física y gestualmente
con la adolescencia que vino a despedirse a Buenos Aires, sin pompas oficiales
ni homenajes ni reverencias de discípulos, dos meses antes de su muerte.
HOY
CORTÁZAR
A partir de esa fecha comenzaron en nuestro país y el mundo los halagos
oficiales, los homenajes y reverencias post-mortem y cientos de discípulos que enarbolan
sus frases y su infinidad de retratos… Cortázar sin lugar a duda fue el escritor
del siglo XX más fotografiados.
BIBLIOGRAFÍA QUE SE PUEDE HALLAR EN LA GOYENA
1933.-
Presencia. Poemas, con el seudónimo de Julio Denis. M
1949.-
Los reyes. Poema dramático
1951.-
Bestiario. Cuentos.
1958.-
Final del juego Cuentos.
1959.-
Las armas secretas. Cuentos.
1960.-
Los premios. Novela.
1962.-
Historias de cronopios y de famas. Relatos y ocurrencias.
1963.-
Rayuela. Novela.
1966.-
Todos los fuegos el fuego. Cuentos.
1967.-
La vuelta al día en ochenta mundos. Relatos, ensayos y poemas.
1968.-
62 Modelo para armar. Novela- : collage.
1968.-
Buenos Aires, Buenos Aires. Textos de Cortázar y fotos de Alicia D’Amico y Sara
Fació.
1969.-
Ultimo round. Notas y ocurrencias.
1971.-
Fameos y Meopas. Poesía.
1972.-
Prosa del observatorio. Poesía en prosa.
1973.-
Libro de Manuel. Novela.
1973.-
La casilla de los Morelli.
Compilación
de Julio Ortega de algunos fragmeritos de Rayuela y dé otros textos teóricos de
Cortázar.
1974.-
Octaedro. Cuentos.
1975.-
Fantomas contra los Vampiros Multinacionales. Historieta.
1977.-
Alguien que anda por ahí. Cuentos.
1977.-
Ceremonias. Cuentos.
1978.-
Territorios. Cuentos
1979.-
Un tal Lucas. Cuentos.
1980.-
Queremos tanto a Glenda Cuentos.
1982.-
Deshoras. Cuentos.
1983.-
Los Autonautas de la Cosmopista. Relato de un viaje con paradas en los estacionamientos
de la autopista a Massella, escrito en colaboración con su mujer. Carol Dunlop.
1983.-
Nicaragua, tan violentamente dulce. Testimonio de sus estadas en Nicaragua
1984.-
Salvo el crepúscolo. Poemas reunidos por el propio autor.
1985.-
Iconografia. Documento fotográfico de la vida de Cortázar.
Compilación y compaginación Prof. Chalo Agnelli
FUENTE
“Todos los
fuegos de Julio Cortazar” de Jorge Alucino, Clarín Cultura y Nación del
jueves 10 de Febrero de 1994, Pp. 2 y 3.
REFERENCIAS
[1] Jorge Ricardo Aulicino es un poeta y periodista argentino. Nació en 1949 en Buenos Aires. Se formó en el taller literario Mario Jorge
De Lellis. Dio talleres de periodismo en la Universidad de Buenos Aires y en la
Universidad del Centro de la provincia de Buenos Aires. Fue subdirector y
columnista de la Revista Ñ, suplemento cultural del mismo diario hasta 2012. Creó
el blog de poesía en castellano y poesía traducida "Otra Iglesia es Imposible"
[2] Agnelli, Ch. “De Beatriz Guido y Mujica Láinez a Bernardo
Verbitsky y Gómez Bas... y viceversa (o de ‘Barrio Gris’ y ‘Villa Miseria
también es América’ hasta ‘La Casa’ y ‘El Incendio y las Vísperas’)” Ensayo. Ed. Buenos Aires Poesía. Buenos Aires, 1985.
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