En estos cargados estantes,
miles y miles de páginas esperan el centelleo de una curiosidad inicial
o la firme luz que siempre es la duda que busca su propio
esclarecimiento.”
Una
de las múltiples formas en que la Biblioteca Goyena realizó obra de extensión a
lo largo de sus casi 56 años, figuró la de acercar
el libro a lectores que por
causas excepcionales o anormales, no podían concurrir a la sede, que en esa
época estaba en un local del Mercado Municipal. Así se hizo con los enfermos
internados en el Hospital Isidoro Iriarte, en el Hospital Julio Méndez de
Bernal y en la Clínica Abrines.
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material de lectura para los enfermos era cuidadosamente seleccionado. Se
reemplazaba con la frecuencia que aconsejaba el deterioro o pérdida del material
bibliográfico. También se ofrecía material de la hemeroteca.
Para
transportar el material de lectura se utiliza una mesa rodantes, de 0.70 m. de
altura por 0.30 m. de ancho, con dos divisiones: una superior para ubicar
ordenadamente los libros y otra inferior para colocar los que devuelve el
enfermo.
La
atención de la Biblioteca Rodante estaba a cargo de los miembros más jóvenes de
la Institución. Por lo general eran alumnos de la Escuela Normal que
acompañaban este servicio fuera de horario escolar.
La
Biblioteca tenía en el Hospital Iriarte un depósito para guardar material bibliográfico.
Se descartaba la posibilidad de contagio, pues el papel no se consideraba fácil
vehículo de transmisión de enfermedades.
LOS LIBROS VOLADORES
Actualmente
los “goyenos” nos hemos abocado a despegar con “los libros voladores”, producir terremotos en las estanterías. La idea
es lanzar libros al viento para que lleguen
a todos; niños y adolescentes y
que lo palpen, lo huelan, lo lean y lo relean si quieren, aunque sean dos
o tres páginas. Libros nuevos, viejos y cansarlos de tanto andar. Y si en una casa no hay biblioteca o por lo menos una pequeña
estantería con algunos pocos libros, que el libro que se lleven sea el fundador el "libro fundamental" de
su propia biblioteca. Si no quiere conservarlo puede devolverlo, intercambiarlo
o regalarlo. Luego, más adelante, nos encontramos para contarnos qué pasó con
el libro, cuál fue el rumbo que tomó.
Comisión Administradora
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