Como anunciamos en la nota
del 3 de marzo pasado, se realizó el lunes 4, iniciando el MES DE LA MUJER
en el Centro Cultural Hilda Perata de la Biblioteca Popular Pedro Goyena el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y Disidencias, organizado por el Movimiento de Mujeres Originarias por el Buen Vivir y Afrodescendientes con la coordinación de la Lic. Valeria Alfonsina Agnelli
en el Centro Cultural Hilda Perata de la Biblioteca Popular Pedro Goyena el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y Disidencias, organizado por el Movimiento de Mujeres Originarias por el Buen Vivir y Afrodescendientes con la coordinación de la Lic. Valeria Alfonsina Agnelli
OBJETIVOS DE ESTE ENCUENTRO
2.- Reflexionar sobre el vacío legal en relación con los derechos específicos de las mujeres originarias y los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y los afrodescendientes.
3.-Reconocer el Buen Vivir como un derecho basado en la “cohabitación en reciprocidad y armonía entre los pueblos y la naturaleza”.
4.-Afianzar y estrechar lazos entre las integrantes del feminismo plurinacional.
5.-Planificar estrategias, desde un feminismo anticolonial, que desarticulen el racismo naturalizado en las personas.
El
Consejo de Mujeres Originarias por el “Buen
Vivir” trabaja por el derecho a la memoria, la verdad y la reciprocidad.
Mujeres de las 36 naciones originarias de la Argentina se han unido “de acuerdo a su filosofía ancestral y a sus modos
propios de organización”, el Consejo se plantea el objetivo
de “realizar un proceso de consulta, participación, información y difusión para elaborar y proponer normas y políticas que garanticen y efectivicen el Buen Vivir, el cual entendemos es la relación de reciprocidad entre los pueblos y la naturaleza que nos permite alcanzar la armonía”.
de “realizar un proceso de consulta, participación, información y difusión para elaborar y proponer normas y políticas que garanticen y efectivicen el Buen Vivir, el cual entendemos es la relación de reciprocidad entre los pueblos y la naturaleza que nos permite alcanzar la armonía”.
El
Movimiento de Mujeres Originarias por el Buen Vivir ha recorrido el país dialogando y reflexionando con hermanas de
distintas naciones llegando a la conclusión de que es “urgente una propuesta,
que no solo nos aglutine a nosotras, las mujeres de las 36 naciones
originarias, sino a todo el pueblo argentino que al igual que nuestros pueblos
merece el Buen Vivir. Porque cuando hablamos de cuidar la Madre Tierra, ÑukeMapu, Pachamama, Qarate´e Alba, Tekohá,
ella nos reconoce, nos define, nos abraza y es ella la que nos cuida. Por eso debemos también escucharla y cuidarla, en el campo y en las ciudades, porque vivimos de y con la tierra.
ella nos reconoce, nos define, nos abraza y es ella la que nos cuida. Por eso debemos también escucharla y cuidarla, en el campo y en las ciudades, porque vivimos de y con la tierra.
Con
años de lucha se han conseguido leyes y reformas de la constitución nacional y
de las provinciales y se han firmado convenios internacionales de
reconocimiento de los derechos indígenas. Pero para que nos vean como
comunidades, tenemos que sacar personería jurídica y esos papeles no sirven,
nos dividen y hacen pelear. Nos hablan de tierras y
territorios de las comunidades, nos hablan de papeles y propiedades. Cada pueblo tiene sus formas de organizarse, su pensamiento y espiritualidad, y es eso lo que las leyes deben respetar. El estado no puede definir cómo tienen que ser nuestros representantes ni qué personas son los que representan nuestro pensamiento y hablan por nosotras. El territorio es todo para nosotras; ‘el territorio es todo de todo, y es nuestra esencia’, el territorio es el espacio identitario, espiritual, es el memorial de los pueblos, y el de la continuidad de la cultura en donde la vida fluye, desde la relación armónica entre las fuerzas de la naturaleza y el de las personas”.
territorios de las comunidades, nos hablan de papeles y propiedades. Cada pueblo tiene sus formas de organizarse, su pensamiento y espiritualidad, y es eso lo que las leyes deben respetar. El estado no puede definir cómo tienen que ser nuestros representantes ni qué personas son los que representan nuestro pensamiento y hablan por nosotras. El territorio es todo para nosotras; ‘el territorio es todo de todo, y es nuestra esencia’, el territorio es el espacio identitario, espiritual, es el memorial de los pueblos, y el de la continuidad de la cultura en donde la vida fluye, desde la relación armónica entre las fuerzas de la naturaleza y el de las personas”.
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